20 de noviembre de 2010

a. Organización molecular de la membrana.


Las membranas celulares son cruciales para la vida celular. La membrana plasmática rodea a la célula, definiendo su extensión y manteniendo las diferencias esenciales entre el contenido de la célula y su entorno. En todas las células, la membrana plasmática contiene también proteínas que actúan como sensores de señales externas, permitiendo que la célula cambie en respuesta a indicaciones ambientales; estas proteínas sensoras, o receptores, transfieren información, en lugar de iónes o moléculas, a través de la membrana.
 
Fig 1. Tres divisiones de una membrana.
A)    Electromicrografía de una membrana de eritrocito humano.
 B y C) Dibujos esquematicos que muestran en dos y tres dimensiones la membrana celular.

Aunque realicen diferentes funciones, todas las membranas biológicas tienen estructura básica común: una finísima capa de moléculas lípidicas y proteicas, que se mantienen unidas fundamentalmente por interacciones no covalentes. Las membranas celulares son estructuras dinámicas, fluidas y la mayoría de sus moléculas son capaces de desplazarse en el plano de la membrana. Fig 1. Las moléculas lipídicas están dispuestas en forma de una doble capa continua de unos 5 nm de grosor. Esta bicapa lipidíca constituye la estructura básica de la membrana y actúa como barrera relativamente impermeable al paso de la mayoría de las moéculas hidrosolubles.
Es de gran importancia para los organismos, controla el contenido químico de la célula, además través de ella se transmiten mensajes que permiten a las células realizar numerosas funciones tales como:


•Conservar la integridad estructural de la célula
•Controlar el paso de sustancias hacia el interior y la salida de otras
•Regular las interacciones celulares
•Reconocer por medio de receptores antígenos, células extrañas y células alteradas
•Establecer sistemas de transporte para moléculas especificas
• Efectuar la transducción de señales físicas, químicas o ambas en los diversos sucesos celulares.