La membrana celular o plasmática actúa como una barrera semipermeable entre la célula y su medio ambiente externo. A través de ella se llevan a cabo los procesos de absorción y excreción. Mediante la absorción, la célula obtiene las sustancias necesarias, o nutrientes, para llevar a cabo sus funciones metabólicas; la excreción permite la eliminación de los materiales de desecho, así como la salida de algunas sustancias que la célula produce, como por ejemplo la insulina que producen las células del páncreas.
Como se mencionó anteriormente, la membrana celular se caracteriza por su permeabilidad selectiva, es decir, la capacidad para controlar el paso de sustancias a través de ella. El transporte de moléculas pequeñas se lleva a cabo a través de dos mecanismos llamados transporte pasivo y transporte activo, en tanto que para las macromoléculas se utilizan dos procesos específicos denominados endocitosis y exocitosis.